El trabajo que han logrado las mujeres sin discusiones . Un homenaje a ellas , es un buen trabajo no
se necesita cuantificaciòn , y ademàs esta mujer quedò muy bien en la foto .No es una pose .
UN CONSEJO DE LA ''REPÙBLICA''
el clima
Montevideo
Despejado, 18°
Viernes 13 de marzo de 2015 - Montevideo, Uruguay
Sin abandonar todo lo que nos gusta
Cambios saludables en qué y cómo comemos
Mark
Twain escribió que la única forma de mantenerse sano es comer lo que no
te gusta, beber lo que no querés y hacer algo que preferirías evitar.
Al genial norteamericano le gustaba exagerar y lo hacía mejor que nadie;
por suerte, hay algunas cosas que podemos hacer para comer mejor y que
la vida todavía valga la pena.
1-
Empezar el día con un buen desayuno. Lo fundamental acá, y los
uruguayos no estamos acostumbrados, es agregar proteína –aumenta la
saciedad y nos aleja por más rato del “picoteo” entre desayuno y
almuerzo-, y algún vegetal. Pueden ser huevos (pasados por agua,
revueltos con algo verde), yogur (natural, con una fruta picada adentro y
sin agregar azúcar), manzanas (con cáscara). 2- Cortar las gaseosas al mínimo, incluso las diet. Las comunes contienen todo el azúcar que es recomendable en un día; las diet, ayudan a mantener el hábito de sentir el sabor dulce. Agua con gas o soda, con hielo, y jugo de limón, es una opción en verano. En invierno, cambiar una taza de capuchino por una de té verde, hace una enorme diferencia.
3- Tener un plan B: por ejemplo, un puñado de almendras en algún cajón en la oficina, para cuando te invitan con bizcochos o galletitas. Las saladas, si no tenés problemas de presión, son muy efectivas para sacarte el hambre, además de que hay que masticarlas un buen rato.
4- Incorporá más huevos a tu dieta diaria. Si no tenés ninguna patología, son perfectamente saludables, fáciles de preparar y producen saciedad. Los huevos duros los podés guardar en la heladera para comer cuando llegás del trabajo y falta un rato para la comida. Y digerirlos consume más energía de la que aportan.
5- Cambiar las papas por boniatos. Son más sanos y tienen más fibra, además de ser muy ricos. Criollos o zanahoria, tienen un índice glucémico menor, más vitaminas y más minerales.
6- Volvé a la manteca para el desayuno. Tiene vitamina D y fósforo y calcio, que ayudan a bajar la presión arterial. Los sustitutos artificiales, además de ser hechos con aceites hidrogenados, tienen aditivos como saborizantes, colorantes, estabilizantes, etc.
7- Mejorá el gusto de los vegetales verdes, saltándolos antes de cocinarlos. Todo es más rico si lo pasás unos segundos por una sartén caliente con un poquito de manteca, y después lo terminás de cocer en la vaporera o al horno: brócoli, espinacas, cualquier hoja verde.
8- En vez de pensar en los carbohidratos como el enemigo, miralos como una fuente de energía para tu actividad diaria. Si tenés una rutina de ejercicios de varios días a la semana, o tu trabajo requiere esfuerzo físico (subir y bajar escaleras, mover cosas, limpiar, andar mucho rato), podés incluirlos en tu dieta, eso sí, integrales.
9- Cambiar las cosas que vienen en un envoltorio, por comida real. Las barras de cereal, bebidas energizantes y otro tipo de preparados para deportistas, tienen las mismas calorías que frutas, verduras o lácteos.
10- Reservarte una vez por semana para comer eso que te gusta mucho. Hacelo sin culpas, pero eso sí: si queda algo, a la basura. Están de moda las dietas 5:2, que refieren a los días en que hacés dieta y los días en que comés libremente (ya llegaremos a ellas en unos días), pero en principio, todos los nutricionistas saben que la mejor manera de que te atengas a comer más saludablemente es si sabés que en algún momento tenés permiso para salirte.
Cocina uruguaya
En 2013, un libro de Hugo Soca fue elegido como mejor libro de cocina de América Latina, dejando en el camino los de Francis Mallman, Enrique Olvera (México) y Maricel Pressilla, de EEUU, entre otros. “Nuestras recetas de siempre”, de ediciones Aguaclara, tiene edición de lujo, con tapas especialmente preparadas para el uso que se les da a estos libros en las cocinas.
Presenta 120 recetas -con ilustraciones y fotografías-, además de textos de Ángel Ruocco sobre temas de la cocina nacional, los vinos uruguayos y la importancia del tannat, la tradición de comida “rioplatense” y las diferencias con la argentina.
Fue premiado en el certamen Gourmand Word Cookbooks Awards.
Otro libro muy recomendable, por el “aire casero” de sus recetas, es “Cocinando al sur. Cocina casera uruguaya”, de Marina Lombardi y Susana Soria. Con tradición de buenas cocineras en sus familias, recopilaron recetas que se transmiten de generación en generación, y que denotan la existencia de una cocina uruguaya u oriental. Cada receta, además, se presenta con una historia vinculada, lo que hace al libro muy ameno de leer, más allá de su valor como texto culinario.
Papas vs boniatos: Una lucha desigual
Lo que tiene de popular la papa, lo tiene de sano y recomendado el boniato. Los dos deberían estar en la dieta desde que somos niños; y si hay que prescindir de alguno por razones “de peso”, el que gana para quedarse, y por muchos puntos, es el boniato.
En cantidad de calorías por gramo, es un poco superior, pero tiene más fibra, calcio, potasio y vitamina C; además, aporta vitamina A y carotenos.
Ayuda a la recuperación del tejido, por lo que es aconsejable para los deportistas; algunos entrenadores y nutricionistas le dicen el súper alimento, por lo bueno que es para nuestro organismo:
-suple la necesidad diaria de vitamina A;
-tiene más fibra que muchos granos enteros;
-es muy rico en antioxidantes;
-aporta hierro;
-mejora la inmunidad;
-da mayor sensación de saciedad que otros carbohidratos;
-rico en potasio y aporta zinc;
-cubre un porcentaje alto de la cuota de vitamina E.
Por su concentración de antioxidantes, ayuda a mantener sano el sistema circulatorio, disminuyendo los riesgos asociados; contribuye con el sistema inmunológico, porque ayuda a la formación de anticuerpos, glóbulos blancos y rojos.
Es fácil de asimilar, su fibra ayuda a la eliminación de residuos pesados del organismo, modera la hipertensión, tiene ácido fólico, que se recomienda para las embarazadas: todo esto lo hace un alimento básico para la dieta de los veganos. En algunos pueblos agricultores de África y Asia, constituye la base de su alimentación y les permite subsistir.
Contraindicaciones
No es recomendado para quienes tienen cálculos de vesícula o riñón. También está en la lista de los alimentos con oxalatos, un compuesto que inhibe la absorción del calcio.
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